lunes, 16 de enero de 2012

Editorial de enero: Nuevo año, nuevo gobierno… y nuevas ilusiones: es 2012


Con nuevas ilusiones, como no puede ser de otra forma, recibimos este nuevo 2012. Las oscuras previsiones de los zahoríes mediáticos patrios no deben cambiar la obligada ilusión cuando damos la bienvenida a un nuevo año y alzamos la copa, coincidiendo las miradas, con nuestros seres queridos, nuestros amigos, nuestros compañeros, nuestros vecinos o nuestros colegas. Nuestro firme convencimiento debe permanecer, eso: firme.
Hemos de confiar en nuestro trabajo y en nuestros proyectos en detrimento de unos pronósticos derivados de un exceso de información que nos salpica diariamente y que de considerarlos plenamente haría imposible centrarnos y dar continuidad a esos proyectos. Saquemos nuestras propias conclusiones y busquemos nuestro propio equilibrio entre el obligado atrevimiento y la cautela. Hagamos valer nuestro positivismo y nuestro tesón.
Casi coincidiendo con el nuevo año ha tomado posesión un nuevo gobierno al que también damos la bienvenida en esta difícil coyuntura. La parálisis generalizada de la economía está en sus manos. Ningún actor, ya sea político, económico o social, ha sido capaz de reactivar esto. Nadie parece saber para donde tirar. Las condiciones para que se desatasquen las tuberías de la economía las tienen que establecer los gobernantes. El mejor desatascador es, posiblemente, el pago de la deuda contraída por las administraciones. A ellos corresponde y a ellos nos encomendamos al tiempo que les deseamos toda clase de éxitos, que serán los nuestros, los de los ciudadanos.
Llevando esa bienvenida más a nuestro terreno dársela, desde este órgano oficial de ARTE, al nuevo Ministro de Educación Cultura y Deporte, don José Ignacio Wert, quién no ha perdido un minuto en desvelar sus intenciones de defender la propiedad intelectual sin derivar responsabilidades al ciudadano por el mero hecho de serlo (entiéndase canon digital). Agradecemos también la invitación a ARTE a la toma de posesión del nuevo Secretario de Estado de Cultura, don José María Lasalle, a quién nuestro presidente Emilio Santamaría tuvo ocasión de felicitar personalmente.
Capítulo aparte merece nuestra vilipendiada televisión de todos los españoles. Si en marzo pasado, desde estas mismas páginas, en el editorial “¿Qué es la música para TVE?”, censuramos su proceder al hilo de la elección de su representante a Eurovisión, hoy debemos posicionarnos también para decirle a sus directivos que el camino elegido nos parece más lógico. La “selección interna” de un profesional constatado (una profesional en este caso) nos parece manera más digna de representarse a ella (a TVE) y a la música. Esperamos y deseamos que la elección de la canción, anunciada para un programa con intervención del público, proponga canciones al nivel de la intérprete y no se convierta en una tele-realidad de frikis y caza-momentos. Es el de los autores.
Ya transcurre 2012. Del porcentaje de acierto que consigamos en las mezclas de los aludidos ingredientes: atrevimiento, cautela, positivismo y tesón, dependerá nuestro éxito o nuestro fracaso. Nada es totalmente negro ni totalmente blanco. La escala cromática es ilimitada y si encontramos el tono apropiado podremos transitar sin excesivos sobresaltos por este denostado 2012, al que deseamos, desde luego, incumpla sus previsiones.

La Junta Directiva de A.R.T.E.

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